En esta primera semana de publicaciones buscamos transmitir la esencia y la idea de esta actividad que para quienes conformamos SPORA también se ha vuelto un hábito.
Para mí esto comenzó cuando trabajé por primera vez en una cocina profesional. Cada vez que conocía y pasaba más tiempo con mis compañeros de trabajo, más me enamoraba de ese entorno, puesto que en los descansos y días libres cuando íbamos a algún parque o caminábamos por La Floresta, nunca faltaba el momento en que alguno de ellos se acercaba a un árbol, arbusto o planta, la arrancaba, la olía y la probaba. Esto era completamente ajeno a mí y se me hacía extraño puesto que me preguntaba si es que tenían idea de que se estaban metiendo a la boca, y obtenía respuesta a esto cuando se volvían con la mirada, decían “mira esto es (tal planta), prueba!” y con un poco de recelo al inicio, me daba el tiempo de repetir estos pasos (ver, oler, tocar y probar) para darme cuenta que era algo muy interesante. Recuerdo siempre las recolecciones de hojas y flores donde siempre destacaban los geranios, mastuerzos y los tréboles de oxalis, ¡sobre todo los tréboles de oxalis!
Cuando me comencé a familiarizar con estos tréboles a través del trabajo diario, los comenzaba a identificar en todas partes, en casa, en la universidad, al caminar por la calle, en todo lado. Simplemente me provocaba un sentimiento hermoso el saber verlos y comenzar a utilizarlos.
Nuestro país es tan privilegiado en condiciones naturales que el alimento puede crecer hasta en el parque más descuidado, esto es algo que me ha alentado mucho a seguir implantando esta actividad a mi rutina y es algo que todos, de verdad todos podemos hacer.
Para muchas personas esta actividad les resulta extraña o les puede provocar rechazo, entre los motivos muchos dicen que no es salubre ir comiendo lo que se encuentra en la calle y es verdad, pero también es poco salubre comer comida chatarra en la calle y aun así es algo que la mayoría hace sin cuestionar.
Tanta es la capacidad de la vida para crecer en nuestro territorio que en Quito podemos encontrar varios sitios donde recolectar es posible, algunos de ellos:
· La Floresta: Este barrio tan pintoresco y comunitario destaca por el esfuerzo que los vecinos hacen por embellecerlo, aquí podemos encontrar geranios, supirosas (lantanas), eugenias, mastuerzo, taxo, guava, capulí, arrayán, saúco (tilo) entre otras plantas.
· Parque Metropolitano: En el parque metropolitano por su extensión podemos encontrar una gran variedad de plantas, pero sin duda lo que predomina aquí es el eucalipto.
· Parque de Guápulo: Este parque es uno de los más bellos y mejor mantenidos de la ciudad, hay una gran diversidad de especies botánicas, hemos hallado arrayán, aguacate, guayaba, lantanas, acederas (oxalis), zapallo y varias plantas ornamentales.
· Pinar Alto: En este barrio se pueden encontrar eugenias, cerezas chinas o manzana cafre, saúco (tilo), lantanas, capulí, higos y demás.
· Pinar Bajo: En este sector existe un pequeño parque dentro de la urbanización pinar bajo donde hay varios árboles de cereza china (manzana cafre) y un gran árbol de nogal que siempre está cargado de toctes!
· Pomasqui: En este cálido y seco valle de Quito es común el árbol de Molle (un tipo de pimienta endémica), el tzinzo o huacatay, aguacate, chirimoya, mandarina, naranja, limón, uvilla, tomate, mastuerzo, y varios tipos de flores.
· La Primavera: Aquí y en el valle de Cumbayá en general es común encontrar en sus parques eugenias, geranios, tzinzo, guava, babaco, saúco y cítricos.
· Las Casas: En este barrio son comunes los árboles de saúco, las eugenias, geranios, y en ciertos lugares el taxo.
· Mirador de Guápulo: En este lugar existen enredaderas de granadilla y muchas plantas de hinojo.
· Parque Bicentenario: Aquí hemos encontrado desde plantas de babaco hasta plantas de chochos, saúco y eugenias.
Estos son algunos ejemplos de lugares y productos que hemos podido identificar con el pasar del tiempo, como podemos ver algunos de ellos son repetitivos y es que por ejemplo en el caso de la eugenia y el saúco estos árboles en Quito son comúnmente plantados con fines ornamentales, pero están a nuestra disposición.
No siempre se van a encontrar los mismos productos, depende también de la temporada pero esto lo brindamos en forma de guía y ejemplos para nutrir la percepción del público y que puedan poner más atención cuando salgan para identificar algunos productos.
Hay que desarrollar cierto criterio para saber escoger aquello que se piensa recolectar, buscar que el lugar donde crece no sea un lugar extremadamente sucio o contaminado, que la plata esté saludable o no esté cubierta de smog, pero es algo que es muy natural para todos de entender.
Así que motivo a todos a que comiencen a salir con los ojos abiertos, a curiosear y fijarse en las plantas, en el entorno, porque ahí donde menos lo pensaríamos, en lugares que nos son muy cotidianos y no lo esperamos, podemos encontrar alimentos a partir de los cuales podemos experimentar y crear.
Están ahí, esperando por nosotros para aprovechar, son gratis y nos van a alimentar y educar.
Todos a recolectar!
Carlos Benavides
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